Cualquier persona sin contraindicaciones, con dolor cervical (cuello) y/o dolor radicular (brazos, manos) en los que no esté indicada la implantación de prótesis discal artificial y que presente las siguientes circunstancias:
• Inestabilidad Cervical
• Trauma Cervical
• Osificación Cervical
• Cambios degenerativos a largo plazo
• Osteoporosis
• Dolor significativo en articulación facetaria
• Infección activa
• Alergia conocida a los componentes de dispositivos médicos
La cirugía de la columna cervical por vía anterior se hace a través de una incisión horizontal en la parte anterior del cuello, generalmente siguiendo una arruga del cuello, con frecuencia en el lado derecho una vez que el paciente se coloca boca arriba sobre la mesa de operaciones bajo anestesia total. Generalmente, la incisión tiene alrededor de 3 centímetros de ancho, excepto cuando se operan varios niveles cervicales.
Luego, el cirujano separa a un lado la tráquea, el esófago y por otro lado las arterias del cuello para poder tener acceso a la columna cervical anterior. Los músculos del cuello se identifican para descubrir claramente la columna cervical de manera que el cirujano puede determinar los discos cervicales afectados, utilizando radiología intraoperatoria.
Una vez identificado el disco afectado, el cirujano procederá a una discectomía cervical, que consiste en la extracción de material discal, así como limado o extracción de los osteofitos que causan la presión en la médula espinal o están afectando a las raíces nerviosas, que son las razones por las cuales el paciente sufre de mielopatía o radiculopatía. En la mayoría de los casos, el procedimiento se realiza a través de una técnica microquirurgica. Después de haber liberado las raíces nerviosas y la médula espinal y habiendo comprobado que no hay fragmentos de disco residuales, el cirujano continúa la preparación de las plataformas vertebrales con el fin de colocar el injerto óseo autólogo o las cajas cervicales. En este último caso, el disco se llena de fragmentos de injerto de hueso autólogo o sustituto de hueso artificial. Dependiendo de cada caso, se puede considerar atornillar una placa cervical anterior en el interior de las vértebras para fortalecer la artrodesis cervical ósea, o dejar sólo la caja cervical. Luego, la piel se sutura intradérmicamente y se coloca un drenaje subcutáneo, que es retirado un día después de la cirugía.
La Artrodesis cervical puede ser realizada por un especialista en Neurocirugía o en Traumatología con experiencia en columna. En cualquier caso, usted debe buscar un experimentado cirujano de columna cervical.
La duración de una Artrodesis Cervical oscila entre 1 y 2 horas. Sin embargo, las cirugías en que se operan varios niveles pueden durar 3 horas o más.
Una vez que el paciente se despierta, experimentará algún tipo de dolor de garganta y cierta dificultad para tragar durante un par de días. En algunos casos, puede haber dolor entre los omóplatos, pero disminuirá gradualmente. El día después de la cirugía, el paciente puede empezar a deambular. Es posible que se necesite un collarín cervical suave durante varios días para sentirse más cómodo tras la operación. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario durante más tiempo. Es probable que el paciente necesite algunos analgésicos durante un corto período de tiempo. El paciente puede abandonar el hospital 2 ó 3 días después de la cirugía. En cualquier tipo de Artrodesis Cervical, el paciente debe evitar conducir durante un par de semanas. Sin embargo, es crucial que los pacientes caminen tanto como sea posible hasta que logren su ritmo óptimo. Los pacientes tienen prohibido levantar grandes pesos durante las primeras semanas y es aconsejable no fumar, ya que estudios recientes indican que afecta negativamente la artrodesis cervical ósea, disminuyendo así el éxito de la cirugía.
El paciente puede volver a su rutina después de unas pocas semanas después de la operación, por lo general unas 4 semanas. Volver a su rutina diaria depende de varios factores, pero por lo general no llevará más de 4 meses.
En los casos en los que se realice la Artrodesis Cervical a dos niveles, la intervención quirúrgica es la misma que de un solo nivel, aunque la diferencia es que la cirugía dura más y el tiempo de recuperación en el hospital puede ser de un día más.
Este es el nivel más frecuentemente afectado después del C6-C7, que es el nivel más afectado. A continuación se presentan los porcentajes de los niveles cervicales afectados por hernia discal cervical: C5-C6 – 19% C6-C7 – 69% El procedimiento quirúrgico es el mismo para los otros segmentos cervicales, así como el período de recuperación.
La Artrodesis Cervical es un procedimiento exitoso cuando se trata de mejorar o eliminar la radiculopatía (dolor en el brazo) causada por una raíz nerviosa comprimida. La gran mayoría de los pacientes obtienen un resultado satisfactorio. La Artrodesis Cervical es un procedimiento menos eficaz cuando se trata de mejorar el dolor cervical (dolor de cuello), ya que solo el 50% de los pacientes están satisfechos con el resultado. La Artrodesis Cervical no causa una pérdida significativa de movimiento cervical o flexibilidad, aunque todo depende de la cantidad de niveles operados. Sin embargo, hay una mayor posibilidad de que los segmentos adyacentes puedan afectarse, dado que estos deben compensar el movimiento de los segmentos fusionados.
Fuentes:
Dr. Vicenç Gilete, Neurocirujano & Cirujano Columna.
Capitulo 381, páginas 3765-3775. Neurosurgery volumes III. Edited by Robert H. Wilkins and Setti S. Rengachary. McGraw-Hill.
Capítulo 3. Handbook of Neurosurgery. Mark S.Greenberg, Seventh Edition. Thieme
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